La ablación por catéter para el tratamiento de la fibrilación auricular

Puesto que hemos recibido muchas preguntas sobre la ablación por catéter de mujeres que tienen fibrilación auricular, hemos dedicado esta entrega de «Directo al grano» a este tema.

En primer lugar, repasemos en qué consiste la fibrilación auricular…

La fibrilación auricular se debe a una alteración eléctrica del interior de las cavidades superiores del corazón (las aurículas). En las personas afectadas, los impulsos eléctricos del corazón se originan a un ritmo desorganizado y rápido que hace que los latidos sean irregulares y acelerados. En medicina, esto se conoce como arritmia. Las aurículas dejan de contraerse normalmente y esto puede ocasionar la formación de pequeños coágulos de sangre dentro de la aurícula izquierda. La fibrilación auricular eleva el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca.

Si desea más información sobre los síntomas de la fibrilación auricular y sobre sus factores de riesgo, diagnóstico, tratamiento y prevención, visite esta página: «La fibrilación auricular representa un riesgo para usted».

El tratamiento de la fibrilación auricular

El objetivo del tratamiento de la fibrilación auricular es lograr que la frecuencia y el ritmo cardíacos (el ritmo sinusal) vuelvan a la normalidad. Entre los tratamientos se cuentan los siguientes:

  • Medicamentos antiarrítmicos: Fármacos que controlan el ritmo cardíaco
  • Cardioversión
  • Cardioversión eléctrica: Consiste en la aplicación de una descarga eléctrica en el corazón a través de electrodos que se han colocado en el pecho. Durante la técnica es necesario sedar al paciente. La descarga interrumpe por un momento la actividad eléctrica del corazón y luego, en la mayoría de los casos, los latidos se reanudan al ritmo normal.
  • Cardioversión con medicamentos: Se pueden emplear medicamentos antiarrítmicos para restablecer el ritmo sinusal normal.
  • Ablación por catéter para la fibrilación auricular (ver la explicación a continuación)
  • Técnica del laberinto o intervención de Cox: El médico genera una configuración determinada de tejido cicatricial («laberinto») mediante la aplicación de calor (energía de radiofrecuencia) o de frío (crioablación, una técnica reciente). A veces realiza varias incisiones precisas con un bisturí. Este método es más complejo y requiere más tiempo.
  • Ablación del nódulo auriculoventricular: A través de un catéter (tubo delgado), el electrofisiólogo aplica calor en el nódulo auriculoventricular, conectando así las cavidades superiores del corazón (aurículas) con las cavidades inferiores (ventrículos). El calor destruye una zona pequeña de tejido, lo cual evita que las aurículas envíen impulsos eléctricos anómalos a los ventrículos.

¿En qué consiste la ablación por catéter para la fibrilación auricular?

La ablación por catéter es una alternativa quirúrgica mínimamente invasiva y de bajo riesgo para el tratamiento de pacientes sintomáticos que tiene latidos irregulares. Consiste en destruir (mediante ablación) las células cardíacas que envían impulsos eléctricos irregulares. Aunque no es la primera opción en el tratamiento de la arritmia, puede ser eficaz si los medicamentos u otras intervenciones no logran controlar el ritmo cardíaco irregular.

¿Quién es el paciente idóneo para la ablación por catéter para el tratamiento de la fibrilación auricular?

El paciente idóneo para esta intervención tiene síntomas que no se pueden tratar con medicamentos, sufre insuficiencia cardíaca o tiene una fracción de eyección reducida (medida del porcentaje de sangre que sale del corazón cuando este se contrae).

¿Qué puedo esperar durante la intervención?

Después de que el anestesiólogo le administre anestesia local, el electrofisiólogo hará una incisión pequeña para introducir el catéter. El catéter se introduce a través de un vaso sanguíneo de la ingle o del cuello y se guía al corazón mediante ecografía hasta que llega al lugar en que se originan los impulsos irregulares. Luego, el catéter se emplea para dejar cicatrices en la superficie del corazón con el fin de bloquear los impulsos irregulares. Estas cicatrices se crean con calor (ablación por radiofrecuencia) o con frío (crioablación).

La intervención dura entre 2 y 4 horas. Después de que esta termine, le llevarán a una zona de recuperación para que descanse entre 4 y 6 horas con el fin de prevenir el sangrado del lugar de introducción del catéter. Durante este período le seguiremos observando. Según el estado en que se encuentre, podría regresar a casa el mismo día o al día siguiente.

Quizá sienta algo de dolor después de la intervención, pero este desaparecerá en el plazo de una semana. Por lo general, los pacientes reanudan sus actividades normales a los pocos días de haber tenido la ablación.

El médico puede recetarle anticoagulantes por unos meses después de la intervención para reducir el riesgo de que sufra un accidente cerebrovascular. Las cicatrices del corazón tardan un tiempo en formarse después de la ablación. Por lo tanto, es posible que los latidos irregulares no desaparezcan de inmediato.

La recurrencia de la fibrilación auricular después de la ablación

Incluso después de someterse con éxito a la ablación, es posible que usted aún necesite un dispositivo que le controle el ritmo cardíaco continuamente. La repetición de la intervención no es infrecuente, ya que la ablación no es una cura garantizada de la fibrilación auricular persistente. La ablación por catéter es una alternativa frecuente de tratamiento en esta enfermedad, pero a pesar de los avances médicos y de dos décadas de experiencia, las tasas de éxito de la técnica a largo plazo en cuanto a la curación de la fibrilación auricular persistente están entre el 50 % y el 60 % a los 18 meses.

¡Hasta la próxima!

Dra. Stephanie Coulter