Enfermedad valvular

No hay mucho que pueda hacerse para prevenir la enfermedad valvular, pero aun así es importante llevar un estilo de vida sano para el corazón y controlar la mayor cantidad posible de factores de riesgo.

Cada vez que el corazón late, la sangre se introduce en el corazón, circula por su interior y luego sale. Es más, el corazón bombea alrededor de 100 galones (379 litros) de sangre al organismo cada hora.

El corazón bombea la sangre en una sola dirección. Las válvulas cardíacas desempeñan un papel esencial en este flujo unidireccional de sangre, al abrirse y cerrarse con cada latido. Los cambios de presión detrás y delante de las válvulas, les permite abrir sus «puertas» que son como hojuelas (denominadas «valvas») precisamente en el momento debido y luego cerrarlas firmemente para evitar el retroceso de la sangre.

El corazón tiene cuatro válvulas: tricúspid, pulmonar, mitral, aórtica

Dos tipos de problemas pueden alterar el flujo de sangre por las válvulas: la regurgitación y la estenosis.

La regurgitación también se denomina «insuficiencia» o «incompetencia». La regurgitación se produce cuando una válvula no cierra bien y permite que se produzca un reflujo de sangre, en lugar de que ésta fluya, en forma unidireccional, como corresponde. Si es grande el reflujo de sangre, sólo una pequeña cantidad de sangre puede fluir hacia los órganos del cuerpo. El corazón trata de compensar realizando un mayor esfuerzo, pero con el tiempo el corazón se agranda (dilata) y es menor su capacidad de bombear sangre al cuerpo.

La estenosis es cuando las valvas no se abren lo suficiente y sólo puede pasar una pequeña cantidad de sangre por la válvula. Se produce una estenosis cuando las valvas se vuelven más gruesas, se endurecen o se fusionan. Debido al estrechamiento de la válvula, el corazón debe esforzarse más para bombear sangre al cuerpo.

¿Cuál es la causa de la enfermedad valvular?

Antes de que comenzaran a usarse los antibióticos, la fiebre reumática era la principal causa de enfermedad valvular. Hoy en día, es más probable que la enfermedad valvular esté vinculada a uno de los siguientes factores:

  • Un debilitamiento del tejido de la válvula ocasionado por cambios energéticos en el organismo. Esto se denomina «degeneración mixomatosa». Se produce con mayor frecuencia en las personas de edad avanzada y comúnmente afecta a la válvula mitral.
  • Una acumulación de calcio en las válvulas aórtica o mitral, que produce un engrosamiento de las válvulas. Esto se denomina «degeneración cálcica».
  • Una válvula aórtica de forma irregular o una válvula mitral estrechada. Éstos son típicamente defectos congénitos, es decir que la mayoría de las personas que tienen estos problemas nacieron con ellos.
  • El uso de los medicamentos fen-phen y Redux para el tratamiento de la obesidad que fueron retirados del mercado tras ser vinculados a enfermedades de las válvulas cardíacas.
  • Una infección de la túnica interna de las paredes y válvulas del corazón (el endocardio). Esto se denomina endocarditis infecciosa.
  • Una enfermedad arterial coronaria.
  • Un ataque cardíaco.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas dependen del paciente y del tipo de enfermedad valvular y su gravedad. Algunos pacientes no tienen síntoma alguno. En otros casos, la enfermedad valvular puede afectar a la persona después de muchos años. Con el tiempo, los pacientes pueden padecer una insuficiencia cardíaca congestiva. Además, la enfermedad valvular puede producir una enfermedad del músculo cardíaco (cardiomiopatía), latidos cardíacos irregulares (arritmia) y coágulos sanguíneos.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad valvular?

El médico puede determinar si uno tiene una enfermedad valvular auscultando el corazón con un estetoscopio a fin de detectar la presencia de los chasquidos y soplos característicos de la enfermedad valvular. Los siguientes son otros estudios que el médico puede solicitar:

  • Una radiografía de tórax, que puede mostrar si el corazón está agrandado. Esto puede suceder si una válvula no funciona bien.
  • La ecocardiografía, que puede producir una imagen del grosor de las paredes del corazón, la forma y el movimiento de las válvulas, y el tamaño de las aberturas de las válvulas. La ecocardiografía Doppler (ultrasonido) puede emplearse para determinar la gravedad del estrechamiento (estenosis) o del reflujo (regurgitación) de sangre.
  • La electrocardiografía (ECG), que puede emplearse para ver si los ventrículos o las aurículas están agrandadas. La ECG también permite determinar si hay una irregularidad de los latidos (arritmia).
  • La angiografía coronaria, que es parte de una cateterización cardíaca. Permite observar el corazón mientras bombea. La angiografía puede ayudar a identificar una válvula estrechada o un reflujo de sangre. Este estudio también ayuda a los médicos a decidir si el paciente necesita una intervención quirúrgica y, de ser así, de qué tipo. Además, el estudio puede indicar la presencia de una enfermedad arterial coronaria.
  • La resonancia magnética (RM) de tórax, que permite obtener una imagen tridimensional del corazón y las válvulas.

¿Cómo se trata la enfermedad valvular?

Las personas que no presentan síntomas o que sólo tienen síntomas mínimos, pueden no necesitar tratamiento. Otras personas se benefician del tratamiento con medicamentos que alivian el dolor de los síntomas, pero los medicamentos no pueden curar la enfermedad valvular. Si la enfermedad se agrava, se vuelve difícil de controlar o los medicamentos dejan de producir efecto, puede ser necesario realizar una intervención transcatéter o una intervención quirúrgica.

Modificación del estilo de vida

No hay mucho que pueda hacerse para prevenir la enfermedad valvular, pero aun así es importante llevar un estilo de vida sano para el corazón y controlar la mayor cantidad posible de factores de riesgo. Una medida que uno puede tomar es asegurarse de no contraer fiebre reumática, la cual es causada por una infección bacteriana como la amigdalitis estreptocócica. Las infecciones de la garganta deben diagnosticarse lo antes posible y es necesario tomar todo el medicamento que el médico recete para evitar una recurrencia de la infección.

Si tiene una enfermedad valvular, debe informar siempre al dentista, porque posiblemente deba tomar un antibiótico antes de someterse a un procedimiento dental. Siempre que dé a un médico sus antecedentes médicos, no olvide decirle que sufre de una enfermedad valvular. Al igual que con los procedimientos dentales, posiblemente deba tomar algún medicamento antes de someterse a una intervención quirúrgica u otros procedimientos. Si sufre de una enfermedad valvular y no toma antibióticos antes de un procedimiento dental o quirúrgico, podría aumentar su riesgo de sufrir una infección en la túnica interna del corazón. Esta infección se denomina «endocarditis infecciosa».

Medicamentos

Se administran medicamentos para aliviar el dolor de los síntomas, reducir el esfuerzo del corazón y normalizar el ritmo del corazón. Los siguientes medicamentos son los que más se recetan:

  • Digitálicos, que reducen el esfuerzo del corazón y alivian algunos de los síntomas de la enfermedad valvular.
  • Diuréticos, que pueden reducir los niveles de sal y líquido en el organismo. Los diuréticos también reducen la hinchazón y alivian el esfuerzo del corazón.
  • Antiplaquetarios, que evitan la formación de coágulos.
  • Anticoagulantes, que evitan la formación de coágulos sanguíneos, especialmente en los pacientes que se han sometido a una intervención quirúrgica valvular y tienen una prótesis valvular de material sintético.
  • Betabloqueantes, que controlan la frecuencia cardíaca y reducen la presión arterial.
  • Bloqueantes cálcicos, que afectan a las contracciones del tejido muscular del corazón. Como reducen la presión arterial y el esfuerzo del corazón, los bloqueantes cálcicos pueden postergar la necesidad de una intervención quirúrgica valvular.

Intervenciones percutáneas

La valvuloplastia con balón es un procedimiento que puede emplearse para dilatar las válvulas tricúspide, pulmonar o mitral y, en casos excepcionales, la válvula aórtica. El procedimiento tiene el mismo efecto en las válvulas que la angioplastia con balón tiene en las arterias. Al igual que la angioplastia, se realiza en el laboratorio de cateterización cardíaca. Un catéter con un globo en la punta se introduce en la válvula. Cuando se infla el globo, éste comprime las acumulaciones que haya en el borde de la válvula, agrandando la zona central de la válvula. A continuación se retiran de la válvula el catéter y el globo desinflado.

Cirugía

La cirugía es la opción más invasiva para el tratamiento de la enfermedad valvular. Durante una intervención quirúrgica, las válvulas pueden repararse o sustituirse.

La reparación puede consistir en dilatar una válvula estrechada eliminando las acumulaciones de calcio o en reforzar una válvula que no cierra bien. También puede realizarse una reparación para tratar los defectos congénitos y los defectos de la válvula mitral.

La sustitución puede realizarse para tratar una válvula enferma que no puede repararse. Consiste en extirpar la válvula defectuosa y suturar en su lugar una prótesis valvular. Las prótesis valvulares pueden ser mecánicas (hechas de materiales tales como el plástico, el carbono o el metal) o biológicas (hechas de tejido humano o animal). Las válvulas mecánicas aumentan el riesgo de que se formen coágulos sanguíneos en la válvula nueva. Los pacientes que tienen válvulas cardíacas mecánicas deben tomar diluyentes de la sangre el resto de su vida.

La cirugía valvular es típicamente una técnica de corazón abierto. Es decir que los cirujanos emplean una máquina de circulación extracorpórea, porque es preciso detener el corazón por corto tiempo durante la intervención. En algunos pacientes, los cirujanos pueden reparar o sustituir válvulas cardíacas empleando técnicas mínimamente invasivas, pero le corresponde al médico decidir si un paciente es candidato a una intervención de este tipo.