Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

Alrededor de 15 millones de personas en los Estados Unidos sufren de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la cifra sigue en aumento. Es más, la EPOC es la tercera causa de muerte en los Estados Unidos.

¿Qué es la EPOC?

La EPOC es en realidad un grupo de enfermedades pulmonares, siendo las más comunes el enfisema y la bronquitis crónica.

  • El enfisema es una enfermedad en la que los sacos de aire dentro de los pulmones (denominados «alvéolos») se dilatan de manera excesiva (como un globo que se ha inflado casi hasta explotar). Esta dilatación excesiva se debe a que las paredes de los alvéolos están dañadas, lo cual provoca el colapso de las vías respiratorias.
  • La bronquitis es una inflamación de los bronquios. Los bronquios comunican la tráquea a los pulmones. Cuando los bronquios se inflaman, se reduce el flujo de aire que entra y sale de los pulmones. Además se produce un exceso de mucosidad que estrecha y obstruye las vías respiratorias. Se considera que la bronquitis es crónica cuando ha durado tres meses o más, dos años seguidos.

La EPOC dificulta la respiración porque el flujo de aire que entra y sale de los pulmones está parcialmente obstruido. La EPOC también puede producir alta presión arterial en los pulmones (hipertensión pulmonar), la cual puede dar lugar a un tipo de enfermedad del corazón denominada «cardiopatía pulmonar».

¿Cuál es la causa de la EPOC?

El consumo prolongado de cigarrillos es la causa de casi todos los casos de enfisema y bronquitis crónica. Es más, hasta un 20 por ciento de los fumadores padecen EPOC.

La enfermedad es más común en:

  • Gente de raza blanca.
  • Personas mayores de 60 años de edad.
  • Personas que trabajan en ambientes contaminados por vapores químicos y polvos nocivos que pueden dañar los pulmones.
  • Personas que sufren de asma crónica.
  • Personas con antecedentes familiares de enfisema.

Otros factores, tales como la exposición pasiva al humo del tabaco, la contaminación del aire, el bajo peso al nacer y otras infecciones pulmonares, también pueden hacer que la persona sea más susceptible de padecer EPOC.

¿Cuáles son los síntomas?

Muchas personas creen que los síntomas de la EPOC son simplemente algo que sobreviene con la edad y no una señal de algo más grave. Por ese motivo, es posible que alguien sufra de EPOC por mucho tiempo antes de que los síntomas se conviertan en un problema suficientemente grande como para consultar al médico.

Las personas que sufren de EPOC típicamente presentan los síntomas tanto de enfisema como de bronquitis crónica.

En las primeras etapas de la EPOC, los síntomas son:

  • Una tos que generalmente produce una gran cantidad de mucosidad (esputo) de los pulmones.
  • Dificultad para respirar, falta de aliento y respiración sibilante.
  • Una sensación de cansancio, incluso después de realizar actividades diarias sencillas.
  • Dificultad para dormir porque uno se despierta sin aliento o tosiendo.

En etapas más avanzadas de la EPOC, los síntomas son:

  • Una coloración azulada de la piel de los labios y los dedos de las manos y de los pies (lo que se denomina «cianosis»).
  • Una acumulación de líquido en las piernas y los pies (lo que se denomina «edema»).
  • Una extrema falta de aliento que hace muy difícil realizar todo tipo de actividades.
  • Adelgazamiento.
  • Dolor de cabeza al despertarse por la mañana.

¿Cómo se diagnostica la EPOC?

Es importante diagnosticar la EPOC en sus primeras etapas. Cuanto antes se deje de fumar y se eviten otros factores de riesgo que pueden agravar la EPOC, mejores serán las probabilidades de retardar el daño pulmonar.

La mayoría de los médicos pueden hacer un diagnóstico provisional de EPOC a partir de los síntomas comunicados por el paciente y la realización de una exploración física. Otros estudios útiles son:

  • Las radiografías de tórax, que se emplean para descartar otras enfermedades que tienen los mismos síntomas que la EPOC.
  • La espirometría, que es un estudio de función pulmonar que mide lo bien que el aire entra y sale de los pulmones.
  • Los análisis de sangre (gasometría arterial y oximetría), que permiten determinar la cantidad de oxígeno presente en la corriente sanguínea.
  • La electrocardiografía (ECG) y la ecocardiografía, que se emplean para descartar las alteraciones cardíacas que podrían causar los mismos síntomas.

Si se sospecha EPOC en pacientes que son jóvenes o que nunca han fumado, se realiza un análisis para detectar una proteína sanguínea denominada «alfa1-antitripsina». Las personas que no tienen una cantidad suficiente de esta proteína en la sangre a menudo padecen de EPOC.

¿Cómo se trata la EPOC?

Aunque pueden aliviarse los síntomas con tratamiento, la EPOC no tiene cura. Una vez que las vías respiratorias y los pulmones se han dañado, el daño es irreversible. El tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida, medicamentos y, en casos excepcionales, cirugía.

Modificación del estilo de vida

  • Si fuma, abandone el hábito.
  • Siga una alimentación equilibrada y mantenga un peso normal.
  • Evite las zonas donde haya contaminación atmosférica o smog.
  • Evite los climas fríos y secos, o calurosos y húmedos.
  • Aprenda los métodos de respiración que le permitirán respirar con más facilidad (entrenamiento respiratorio).
  • Permanezca lo más activo posible, mediante la participación en un programa de ejercicio aprobado por el médico.
  • Vacúnese contra la gripe todos los años para evitar las infecciones respiratorias que puedan agravar la EPOC.

Medicamentos

Los medicamentos pueden aliviar los síntomas de la EPOC. Los siguientes medicamentos se recetan con frecuencia a los pacientes con EPOC:

  • Broncodilatadores, que abren las vías respiratorias. Los broncodilatadores se presentan en forma de comprimidos, líquidos o inhaladores. Posiblemente se necesite una combinación de estos medicamentos para que sean más eficaces.
  • Corticoesteroides, que reducen la hinchazón y la producción de mucosidad. Los corticoesteroides se presentan en forma de comprimidos o inhaladores.
  • Antibióticos, que protegen a los pulmones de las infecciones.
  • Tratamientos con oxígeno, que elevan el nivel de oxígeno de la sangre. El oxígeno se administra en forma de gas por medio de una mascarilla o una cánula nasal.

Cirugía

La EPOC casi nunca se trata con cirugía. En los casos en que es necesario realizar una intervención quirúrgica, los médicos podrían recomendar la extirpación de una parte del pulmón o un trasplante de pulmón. Estas intervenciones quirúrgicas nunca son la primera opción para tratar la EPOC. El médico recomendará una intervención quirúrgica sólo si el estado de salud del paciente no ha mejorado con la modificación del estilo de vida y los medicamentos.