Anomalías de las arterias coronarias

Se denomina anomalía arterial coronaria (AAC) a un defecto en una o más arterias coronarias del corazón.

Se denomina anomalía arterial coronaria (AAC) a un defecto en una o más arterias coronarias del corazón. El defecto es congénito (de nacimiento). Las AAC pueden estar relacionadas con el origen (el lugar de donde surge la arteria en el corazón) o la ubicación de la arteria coronaria. Sin embargo, el término AAC puede emplearse para describir cualquier defecto de una arteria coronaria, tal como una anomalía en el tamaño o la forma. A menudo, están presentes en pacientes que tienen otras cardiopatías congénitas.

Otro nombre para la AAC es «arteria coronaria anómala» (ACA).

¿Cuáles son las causas?

No se sabe exactamente qué causa las AAC. Los estudios han demostrado que el desarrollo de las arterias coronarias en el corazón fetal consta de varios pasos. Si se produce un error durante uno de estos pasos, puede producirse una AAC.

Algunas cardiopatías congénitas están directamente relacionadas a las AAC, entre ellas el tronco arterial común, la transposición de las grandes arterias, la atresia pulmonar, la doble salida ventricular derecha (DSVD), y la tetralogía de Fallot.

Algunos estudios han demostrado que ciertos tipos de AAC son comunes en algunas familias, pero no se han descubierto aún indicios claros que confirmen que las AAC son hereditarias.

Se encuentran anomalías de las arterias coronarias en alrededor del 5% de las personas que se someten a una cateterización cardíaca para averiguar por qué tienen dolor en el pecho.

¿Cuáles son los riesgos de una AAC?

Como las arterias coronarias suministran sangre rica en oxígeno al músculo cardíaco, un defecto o enfermedad de una arteria coronaria puede reducir la cantidad de oxígeno y nutrientes que llegan al corazón. Las AAC pueden provocar isquemia miocárdica (un aporte deficiente de oxígeno al músculo cardíaco) y muerte súbita cardíaca.

Los atletas y las personas que realizan actividades físicas intensas tienen un mayor riesgo de sufrir una muerte súbita cardíaca si tienen una AAC. En efecto, las AAC son la segunda causa de muerte en atletas jóvenes. En entre el 15% y 34% de la gente joven que sufre una muerte súbita cardíaca se descubre una AAC. Cuando en las noticias se habla de atletas jóvenes que han muerto en forma súbita, típicamente es porque esos atletas sufrían de cardiomiopatía hipertrófica o tenían una AAC.

¿Cuáles son los síntomas de una AAC?

Sólo ciertos tipos de AAC producen síntomas. En algunas personas, los síntomas pueden comenzar en la niñez, mientras que otras podrían no tener síntomas hasta la edad adulta. Pero la mayoría de la gente con una AAC no sabe que la tiene, ya sea por no tener síntomas o porque el primer signo de un problema es la muerte súbita cardíaca.

En los bebés y los niños, los síntomas de una AAC pueden incluir:

  • Problemas respiratorios
  • Palidez
  • No comer bien
  • Sudoración

En los adolescentes y adultos, los síntomas de una AAC pueden incluir:

  • Desmayarse durante el ejercicio intenso (es a menudo el primer síntoma y el más dramático de una AAC)
  • Falta de aliento en reposo o durante el ejercicio
  • Cansancio
  • Dolor en el pecho en reposo o durante el ejercicio

La muerte súbita cardíaca (también denominada «paro cardíaco súbito») es el síntoma más peligroso de una AAC. Se cree que se produce porque la arteria coronaria anómala se aplasta entre arterias más grandes que se dilatan al llenarse de sangre durante el ejercicio. Esto implica que menos sangre llega al corazón, lo cual puede provocar la muerte súbita.

¿Cómo se diagnostica una AAC?

Los médicos realizan una exploración física y escuchan el corazón y los pulmones con un estetoscopio. Los siguientes son otros posibles estudios:

  • Ecocardiografía, para ver el tamaño del corazón y cuánto músculo dañado hay.
  • Resonancia magnética (RM), para obtener una imagen detallada del corazón y las arterias coronarias, y ver si hay una AAC.
  • Angiografía por resonancia magnética (ARM), para evaluar el flujo sanguíneo por las arterias.
  • Angiografía, un procedimiento de cateterización cardíaca que ofrece una vista muy detallada de una AAC.
  • Ecocardiografía transesofágica, que permite obtener imágenes del corazón desde el interior del esófago en lugar de a través de la pared torácica.
  • Tomografía computada (TC), especialmente la tomografía computada por haz de electrones (TCHE), para obtener una buena imagen de las arterias coronarias.
  • Gammagrafía, para ver si el flujo de sangre al corazón es anormal y si el músculo cardíaco está dañado.

¿Cómo se tratan las AAC?

Los tratamientos incluyen los cambios en el estilo de vida, los medicamentos, las intervenciones coronarias percutáneas y la cirugía.

Cambios en el estilo de vida

Los pacientes que saben que tienen una AAC grave deben limitar su actividad física, y evitar el ejercicio excesivo y ciertos tipos de deportes.

Medicamentos

Los pacientes con síntomas leves o moderados pueden ser tratados con medicamentos, especialmente para evitar la muerte súbita cardíaca.

  • Betabloqueantes: enlentecen el latido del corazón.
  • Diuréticos: («píldoras de agua») reducen el exceso de líquido del cuerpo, aliviando el esfuerzo de bombeo del corazón.
  • Antiarrítmicos: ayudan a normalizar el latido del corazón.
  • Terapia de oxigenación: aumenta la cantidad de sangre rica en oxígeno que llega al corazón.

Intervenciones coronarias percutáneas

Algunos tipos de AAC pueden corregirse colocando un stent en la arteria afectada. Este procedimiento se realiza en el laboratorio de cateterización cardíaca.

Cirugía

A veces se realiza una intervención quirúrgica para corregir una AAC. El tipo de intervención que se realice dependerá del tipo de AAC.

Doctors Centro de Anomalías Arteriales Coronarias del Instituto del Corazón de Texas

Los médicos del Center for Coronary Artery Anomalies (Centro de Anomalías Arteriales Coronarias, o CCAA por sus siglas en inglés) del Instituto del Corazón de Texas se dedican a aumentar la conciencia de las AAC y crear un programa de detección para evitar la muerte súbita cardíaca en atletas jóvenes con AAC.