Placa vulnerable

La hinchazón (inflamación) es la reacción natural del organismo a una lesión. Las inflamaciones pueden producirse en cualquier lugar: sobre la piel, dentro del cuerpo e incluso dentro de las arterias. Es más, los científicos ahora están descubriendo que la inflamación podría desempeñar un papel en muchas enfermedades que aparecen con la edad, entre ellas, la enfermedad arterial coronaria.

¿Qué es la placa vulnerable?

Durante muchos años, los médicos habían pensado que la principal causa de los ataques cardíacos y ataques cerebrales era la acumulación de placa grasa dentro de una arteria que lleva sangre al corazón o al cerebro. Con el tiempo, la acumulación de placa estrecha la arteria hasta tal punto que ésta se cierra o es obstruida por un coágulo sanguíneo (algo similar a lo que sucede con una tubería obstruida). La falta de sangre rica en oxígeno en el corazón da lugar a un ataque cardíaco. Pero estos tipos de obstrucciones sólo ocasionan alrededor de 3 de cada 10 ataques cardíacos.

Los investigadores ahora están descubriendo que muchas personas que sufren ataques cardíacos no tienen arterias que estén muy estrechadas por placa. Es más, la placa vulnerable puede estar enterrada dentro de la pared arterial y no siempre sobresalir y obstruir el flujo de sangre por la arteria. Por eso los investigadores comenzaron a estudiar el efecto de la inflamación en las arterias y si la inflamación podía dar lugar a un ataque cardíaco. Descubrieron que la inflamación da lugar a la formación de placa «blanda» o vulnerable. También descubrieron que la placa vulnerable era más que sedimentos que obstruyen una arteria: está llena de diferentes tipos de células que contribuyen a la coagulación de la sangre.

¿Cuál es la causa de la placa vulnerable?

Los investigadores ahora creen que la placa vulnerable se forma de la siguiente manera:

  • Diminutas gotitas de grasa son absorbidas por la arteria, lo cual estimula la liberación de proteínas (denominadas «citocinas»), las cuales causan una inflamación.
  • Las citocinas dejan pegajosa la pared de la arteria, lo cual atrae a las células del sistema inmunitario (denominadas «monocitos»).
  • Los monocitos penetran en la pared de la arteria. Una vez adentro, se convierten en células denominadas «macrófagos» y comienzan a absorber las gotitas de grasa.
  • Las células llenas de grasa forman una placa cubierta por una delgada capa fibrosa.

Cuando esta inflamación se combina con otros factores agresores, tal como la presión arterial alta, la delgada capa que cubre la placa puede quebrarse y sangrar, volcando el contenido de la placa vulnerable en la corriente sanguínea. Las citocinas pegajosas que están sobre la pared arterial atrapan las células sanguíneas (principalmente las plaquetas) que van al lugar de la lesión. Cuando estas células se conglomeran pueden formar un coágulo lo suficientemente grande como para obstruir la arteria.

¿Cómo se detecta la placa vulnerable?

Los pacientes con este tipo de placa posiblemente no sientan síntomas. En las primeras etapas del proceso, el cambio en el flujo sanguíneo podría no detectarse con los estudios convencionales, pero los investigadores están estudiando unas técnicas especiales de exploración que podrían detectar la presencia de placa vulnerable.

Los cardiólogos han descubierto que medir el nivel de una sustancia denominada «proteína C reactiva» en la corriente sanguínea les permite predecir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o cerebral. La proteína C reactiva es un marcador que los médicos emplean para medir la actividad inflamatoria del organismo. Dos grandes estudios demostraron que cuanto más elevados son los niveles de la proteína C reactiva en la sangre, mayor es el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.

No todas las placas vulnerables se rompen, y los investigadores del Texas Heart Institute (Instituto del Corazón de Texas o THI) están estudiando diferentes maneras de determinar qué placas vulnerables tienen la mayor probabilidad de romperse. Algunos de nuestros investigadores están midiendo la temperatura de las placas vulnerables. Han descubierto que cuanto mayor es la temperatura de la placa, mayores son las probabilidades de que se quiebre o rompa. Estamos estudiando unos catéteres que emplean radiación infrarroja y sistemas de sensado de calor de metal para medir la temperatura de las placas vulnerables. Además, los investigadores del THI han descubierto que la placa vulnerable tiene un pH bajo (es más ácida) y que estas placas ácidas tienen mayores probabilidades de romperse. Nuestros investigadores están estudiando un dispositivo para la punta de un catéter de fibra óptica que les permitirá medir el pH de las placas.

¿Puede prevenirse la placa vulnerable?

Los pacientes pueden reducir sus niveles de proteína C reactiva de la misma manera en que pueden reducir su riesgo cardiovascular: tomando aspirina, siguiendo una buena alimentación, dejando de fumar y comenzando un programa de ejercicio. Los investigadores también creen que la obesidad y la diabetes podrían estar relacionadas con los niveles elevados de proteína C reactiva. El médico puede determinar sus niveles de proteína C reactiva mediante un análisis de sangre, y muchos médicos del país están agregando este análisis al análisis de colesterol de sus pacientes.

Los medicamentos tales como los inhibidores de la ECA (empleados para tratar la presión arterial alta) y la aspirina parecen reducir la inflamación en el organismo, lo cual podría prevenir los ataques cardíacos en las personas que tienen niveles elevados de proteína C reactiva. Los medicamentos reductores del colesterol denominados «estatinas» han demostrado reducir los niveles de proteína C reactiva, y los médicos ahora están estudiando la manera en que estos medicamentos podrían utilizarse para prevenir los ataques cardíacos en las personas con niveles normales de colesterol. Los médicos aún están estudiando el uso de medicamentos reductores del colesterol para este fin.

Los estudios recientes han demostrado que fumar es muy peligroso para quienes tienen placas vulnerables en las arterias. La nicotina de los cigarrillos afecta directamente a la respuesta inflamatoria porque estimula la liberación de más citocinas. Los investigadores también están estudiando el papel de los antecedentes familiares y los genes en el proceso inflamatorio. Pero la mayoría de los médicos concuerdan en que los hábitos sanos para el corazón siguen desempeñando el papel más importante en la reducción del riesgo de sufrir un ataque cardíaco.